La nieve produce muchos locos; Livingstone llevó a África una bola con nieve dentro, e incluso se la enseñaba a los leones, que atónitos se pasaban horas viéndola; y empezaron a soñar con las cosas nunca vistas; cómo el mar. Al embarcarlos por primera vez y experimentar la doble sorpresa del temible elemento y de todas las artes desconocidas, su cerebro no pudo resistir tanta emoción. Empezaron a sentir nostalgia y a pesar de la vigilancia que con ellos se tuvo, lograron escapar arrojándose ciegamente en brazos de las olas que tanto les atraían.
Lástima que no sabían nadar...
(foto desde mi ventana, y comienzo de un cuento de lectura para autobús)
1 comentario:
Bonita foto, bonitas vistas... y bonita historia, una te imagina como en las "mil y una noches" ...con miles de historias por contar.
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