martes, 30 de noviembre de 2010

la bondad alumbra


Me salió del alma. ‘Si tuviese que definir qué es lo más difícil en este mundo', le dije a mi pobre hija, que no sabía de qué estaba hablando, ‘no dudaría: no hay nada más difícil que ser buena gente'. Las razones que inspiraron el exabrupto distaban de ser trágicas, pero su naturaleza cotidiana y además privada no contradice el argumento: vivimos en sociedades que desconocen cada vez más la noción de bondad, un concepto sospechado de arcaico y por ende de inoperante, al que no puede definirse más que por aproximación en virtud de su rareza -una perla negra por la cual, oportunamente, nadie pagaría un centavo. ( de Marcelo Figueras)
En el orden de cosas que admiro, sin duda la primera es la bondad, que para mi es sinónimo de inteligencia. Ya sé que se discute esto, y la mayoría opina que un inteligente puede ser malvado. Lo afirmo: la distinción es consustancial a la inteligencia y el que distingue, sabe. La bondad forma parte de ella, un hombre sabio nunca opta por el mal. El listo, vive muchas veces de ser malo.
Es además conocido por todos que un tonto es capaz de todo. No distingue. El inteligente nunca se aburre, por ello no encuentra tiempo para el mal. Y sí, la bondad alumbra. Alumbrar: dar a luz.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

de cosas bastante ciertas


En los tiempos que vivimos una verdad sólo consiste en una mentira repetida insistentemente. No es según el cristal con que se mira.
Desde la tristeza, no se puede decir nada que merezca la pena.
Desde la euforia sólo se dicen estupideces.
Lo rotundo acerca verdades, y el gusto personal se queda en eso en "personal". Nada añade a la historia del arte.

El lúcido Félix de Azúa explica:
Lo definitivo del novecientos, o si se prefiere la terminología periodística, "el artista del siglo XX", es Marcel Duchamp. De su urinario nace lo más interesante, fecundo y duradero del siglo XX, siglo que será recordado por sus carnicerías, totalitarismos, dictaduras, nacionalismos, genocidios, así como por la tecnificación de la vida cotidiana y la autodestrucción del Arte. O lo que es igual, por la instalación extensa de la democracia como sistema de control técnico-mediático de enormes masas nihilistas.

(foto partisana)

lunes, 22 de noviembre de 2010

preguntas muy necesarias



¡Escríbeme que llevas puesto ¿Es cálido?
¡Escríbeme en qué duermes! ¿Es también blando?
¡Escríbeme qué aspecto tienes! ¿Sigue siendo el mismo?
¡Escríbeme qué echas de menos! ¿Mi brazo?
¡Escríbeme cómo te va! ¿Te respetan?
¡Escríbeme qué andan haciendo! ¿Tienes bastante valor?
¡Escríbeme qué haces tú! ¿Sigue siendo bueno?
¡Escríbeme en qué piensas! ¿En mí?
¡La verdad es que sólo tengo preguntas para ti!
¡Y espero con ansiedad la respuesta!
Cuando tú estás cansada, nada puedo llevarte.
Si pasas hambre, no puedo darte de comer.
Así que estoy como fuera del mundo,
perdido, como si te hubiese olvidado.
(Bertold Brecht)  

Un hombre que sabía hacer preguntas. 
(fotografía Carl Kleiner)

viernes, 19 de noviembre de 2010

colecciono anónimos



Tengo una colección de anónimos. Yo, que no guardo las fotos familiares, mirándolas pienso en términos casi literarios, quienes fueron, a qué dedicaron sus vidas, cuales fueron sus fracasos, si los éxitos les daban calor en sus camas.
En definitiva, me gustan las fotos anónimas porque puedo inventar casi todo sobre los personajes. No conozco su pasado, no sé que fue de ellos. Es como si de verdad las imágenes contuvieran más de mil palabras. Mentira que se repite con frecuencia para hablar sobre lo que significa una imagen. !Qué más quisieran algunos que tener mil palabras!
En un tiempo lleno de ruidos y escaso silencio, la palabra sólo es lo que parece: pura y burda información. En la foto como en la vida, la los anónimos hacen lo que quieren.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

cosas relativamente importantes

La inestabilidad está infravalorada. Las personas muy seguras me producen mucho miedo. Les tengo mucha precaución. Lo frágil es cierto. El mar es una droga legal. La tierra es barroca. La vida es minimalista y la vivimos con maximalismo. El futuro es el presente del pasado. Las tarde son preámbulos de algunas buenas noches. El insomnio es cansado, pero te permite tener mucho tiempo para ti.
Las cosas que decimos no tienen importancia más que para nosotros. Vallamos nuestros corazones porque no somos capaces de cuidar nuestro huertito. Todo lo que no existe tiene mucho interés. Lo real son cuentos para mantenernos entretenidos.
Cuanto más seguros nos mostramos más débiles somos. Lo relativo es científico.

lunes, 15 de noviembre de 2010

terminamos de crecer...?

La madurez es algo que muchos de nosotros rechazamos. Parece al igual que la fruta, que cuando una madura está ya condenada a estropearse. Ser maduro es una etapa de la vida por la que es necesario pasar, al igual que por la adolescencia, o la niñez. Quiere decir que se ha tenido la suerte de llegar y vivirlo. La vida tiene estaciones, es necesario pararse en todas.

Guardamos el osito de pequeños...al igual que Ciudadano Kane su Rosebud. Deslizarse por la vida sin patinar demasiado es díficil, los niños deben saber que para el hielo lo mejor es ponerse unos patines. El mundo hoy tiene demasiados inmaduros, demasiados niños y pocos juguetes para todos.
De forma que se ha convertido en una inmensa cama deshecha e infantil. Ser maduro no significa pensar en eficacias y en conveniencias, puede servir para derramar delicadeza y empatía con los demás.
A la madurez boleros. Es decir, sentimientos.

jueves, 11 de noviembre de 2010

de recuerdos, olvidos y tiempo


Olvidar es una forma de limpiar el disco duro de nuestras cabezas. Somos menos de lo que recordamos y mucho más de lo que olvidamos. Ya decía el inefable austriaco, que somos seres que sobre todo olvidamos.

El recuerdo es un material sensible, de ahí que para almacenarlo recurramos en la mayoría de ocasiones a tomar una fotografía. Olvidar es una especie de estrategia económica ya que borrando los malos recuerdos nos ahorrarnos muchos pesares. Lástima que el borrado en ocasiones sea inconsciente y arrase con aquello que más nos valdría recordar.

No se puede vivir de recuerdos, ni con todos ellos. La nostalgia es un error. En el recuerdo y en el olvido operan mecanismos de auto defensa individual. Intentamos guardar los buenos recuerdos y poner en marcha ese mecanismo para preservar nuestra precaria fragilidad.

Somos en ocasiones lo que hemos vivido. Además de eso no volveremos a ser jamás lo que olvidamos. Dicen que el pasado reprimido, esas partes de nosotros que condenamos al olvido, puede reaparecer como un trauma que desbarata la tranquilidad de lo cotidiano. Recordar lo malo mucho tiempo no es mejor; pudiera suceder que la herida siempre abierta sabotee un futuro pacificado.
Marc Augé escribía "dime lo que olvidas y te diré quién eres"

La memoria es un dique contra la marea del olvido. No dejemos que por las compuertas se vayan los malos recuerdos mezclados con los mejores. Recordar es parte de vivir y de haber vivido.
(fotografía partisana)

lunes, 1 de noviembre de 2010

hablando de lo único


...Es fantástico, también, que la banda de sonido de tu vida subraye y enfatice, porque ... ¿qué son las grandes y desatinadas historias de amor sino un subrayado de nuestra voluntad y un énfasis de nuestra obstinación en entregarlo todo, a quien usualmente no nos pide tanto?
(dice Pájaro de China)
Amar es dar lo que no se tiene a quién no es.
(dice Barthes)

Yo, que del amor sabía lo que me contaban en las películas, viví uno largo, extenso, exhaustivo, extenuante. A pesar de ello, confieso que he vivido porque he amado.
En el amor, no hay idioma, símbolo o etiqueta. Mientras que el amor nunca es neutral, una cama vacía nos invita a todos a co-habitar sin importar quienes somos -homosexual o heterosexual, hombre o mujer, blanco o negro-. Se ha establecido un terreno neutral.
El lecho y las sábanas pueden ser neutrales, incluso el contendiente puede ser neutral. El amor nunca.
La nube no es solo vapor de agua. En las nubes los cuerpos pierden la gravedad, en el amor también.