martes, 30 de noviembre de 2010

la bondad alumbra


Me salió del alma. ‘Si tuviese que definir qué es lo más difícil en este mundo', le dije a mi pobre hija, que no sabía de qué estaba hablando, ‘no dudaría: no hay nada más difícil que ser buena gente'. Las razones que inspiraron el exabrupto distaban de ser trágicas, pero su naturaleza cotidiana y además privada no contradice el argumento: vivimos en sociedades que desconocen cada vez más la noción de bondad, un concepto sospechado de arcaico y por ende de inoperante, al que no puede definirse más que por aproximación en virtud de su rareza -una perla negra por la cual, oportunamente, nadie pagaría un centavo. ( de Marcelo Figueras)
En el orden de cosas que admiro, sin duda la primera es la bondad, que para mi es sinónimo de inteligencia. Ya sé que se discute esto, y la mayoría opina que un inteligente puede ser malvado. Lo afirmo: la distinción es consustancial a la inteligencia y el que distingue, sabe. La bondad forma parte de ella, un hombre sabio nunca opta por el mal. El listo, vive muchas veces de ser malo.
Es además conocido por todos que un tonto es capaz de todo. No distingue. El inteligente nunca se aburre, por ello no encuentra tiempo para el mal. Y sí, la bondad alumbra. Alumbrar: dar a luz.

7 comentarios:

Blue dijo...

Ya sabes, porque lo comentamos otra vez, que pienso exactamente lo mismo.

La bondad alumbra, pero no con la suficiente fuerza. Una bombilla de esas de bajo consumo, alumbra más.

Besos.

Genín dijo...

Entre lo que dices tu y Blue, no e queda ninguna duda de que soy inteligentísimo...jajaja
Salud y besos

David dijo...

Estoy taaaaaaaaaaan de acuerdo. Además, esto lo he discutido varias veces con los amigos y no hay manera. Yo siempre digo que si alguien hace mal o recurre al mal es por ignorancia, porque no es inteligente. Y claro, ellos dicen que no, que hay cabrones que son muy inteligentes. Y sí, puede que tontos no sean (lo cual no nos libra tampoco de los que son tontos y actúan mal; que eso es otra cosa)...pero, para mí, distan mucho de ser inteligentes.
Recuerdo que de crío (bueno, no tanto, en COU) el profesor de filosofía dijo que Platón decía lo mismo que expones aquí, y yo me descojoné...Pero con los años he ido pensando lo mismo. Así que insisto...aquellos que hacen el mal (aunque sea en su propio provecho, y no por hacerlo, que eso ya es ser imbécil e ignorante)... para mí no son muy inteligentes.

Luna Roi dijo...

Me viene bien la frase que puse ayer en el post (se me acababa noviembre sin nada que decir): "Las personas son buenas cuando tienen miedo, cuando no tienen miedo pueden ser cualquier cosa..." Aunque a lo peor no estaremos de acuerdo.

Besote, cariño

L.

Anónimo dijo...

¿Sabio=Bueno?

Tengo que pensármelo.

Y eso que sí que defiendo el ejercicio cotidiano de la bondad. Aunque me haya valido la fama de inocente (como poco). Y sé que estoy muy lejos de la sabiduría.

abril en paris dijo...

Pues yo tambien lo creo, o quiero creerlo. Necesito que sea asi y me esfuerzo ¿ no deberia ser natural ? A mi la gente mala me asusta. No creo que el mal compense es un freno para la humanidad. Sobrevivimos gracias a la bondad inteligente.
Me ha gustado muchisimo ésta entrada.

Un saludo :-)

Noemí Pastor dijo...

Siempre lo he pensado: ser malo no es de listos, sino de tontos, porque es lomás fácil. Lo jodidamente difícil es portarse bien.