miércoles, 25 de septiembre de 2019

llorar es muy elegante.


Los que lloramos mucho vemos más claro que los demás, quizás por eso lloramos. Siempre he creído que oculta las lágrimas es propio de personas con mala educación. Llorar no hace sino ennoblecernos. Pero hay que saber porqué se llora, que es muy diferente que el lloriqueo.
En definitiva, llorar es un síntoma de elegancia, de empatía, de solidaridad. Y si no como se limpian las miradas? No tengo lágrimas y las pocas que tengo las gasto llorando.

viernes, 20 de septiembre de 2019

inquietudes varias


En el arte como en la vida las cosas se ponen interesantes cuando sientes inquietud. Es el primer paso para cualquier conversación filosófica, sentimiento profundo, y para que te sientas comprometido con lo que haces. 

También reconozco que el regalo de poder compartir una sensación. con la gente es maravilloso. Si te encierras, si te proteges, crearás algo aburrido y sin interés, que no vale la pena. Mi suerte es que distingo muy bien mi trabajo de mi vida, las tengo claramente compartimentadas y no necesito una vida alternativa para completar la mía. 

No confundo. Pero insisto: cuando algo te asusta, suele merecer la pena",

martes, 17 de septiembre de 2019

poema sin destino


La poesía:
una ballesta.
Y en el punto de mira,
un corazón.

El arte en la era del consumo
Ed. Sial, 2001

sábado, 14 de septiembre de 2019

esfuerzos inútiles


Ciertos esfuerzos no se sostienen ni abrazados a las pasiones más profundas. 

Y si se han sostenido ha sido porque los brazos de uno han aguantado hasta quebrarse.

leer es conocer


La literatura no desaparecerá porque sirven esencialmente para narrar los fallos y las miserias de la conducta humana. En un mundo de perfecta sintonía entre máquinas y humanos, no harán falta novelas... 

Soy de las que piensan que el conflicto es inherente al comportamiento humano, y por tanto siempre habrá novelas, mientras no inventemos otra cosa mejor.

lunes, 9 de septiembre de 2019

administrar la tristeza



Lo ideal, en cualquier caso, sería aprender a estar triste. No como una especie de regodeo autocomplaciente, sino triste porque te ha fallado todas tus emociones, todas tus esperanzas, todo aquello que pusiste sobre una mesa muy bien montada pero sin alimentos.

 Ser poseedores de una tristeza serena y casi hermosa. Un estado de aceptación de la condición humana. Porque es ciertamente necesario comprender que, a medida que la vida avanza, la tragedia se precipita sobre uno. Inexorable, brutal, catastrófica. Sobre todos nosotros, porque las películas que acaban como la vida son las buenas.

sábado, 7 de septiembre de 2019

lo que no se dice


Y cuando algo acontece no hay escapatoria:
toda mirada tiene lugar en el destello,
toda voz es un signo, toda palabra forma
parte del mismo texto.
lo que no se dice tiene lecturas que están muy claras

viernes, 6 de septiembre de 2019