Para soñar hay que mezclar. En ocasiones simplemente se trata de posicionarse enfrente de una buena vista. Si es muy bella se convierte en visión. Si la luz brilla y la lluvia cae torrencialmente se puede mezclar con un buen concierto de piano, o tomarla seca sola, en el más sonoro silencio. Como en los sueños la emociones desde ahí, se convierten en abrumadoras. Y luego está el azar, esa cosa tan difícil de lograr porque como aleatoria la organización siempre tiende a presentarse. En este atardecer, les mostraré cómo preparar los sueños. La gente cree que es un proceso muy fácil, pero es un poco más complicado que eso. Como ven, la clave es la combinación delicada de ingredientes complejos: Primero, ponemos pensamientos al azar. Luego, añadimos una pizca de reminiscencias del día, mezcladas con algunos recuerdos del pasado. Amor, amistades, relaciones y todas esas palabras con canciones que oyeron durante el día, cosas que vieron y también algo personal. Y nos ponemos a revolver...delante de una habitación con vistas" Sin ginebra, con vodka, o con agua lo que está claro es que coloca.
(foto A. Fierro)
2 comentarios:
¡PERFECTO!
Yo soy adicta a las buenas vistas, siempre me "colocan"...
Muchas gracias por escribir así de bien y compartirlo.
Un beso
Que buena ventanaaaaaaaaaaaa....
Esta entrada la link en mi blogggggg, ¿puedo?
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