The Wire es obra maestra, es compleja y parece fiel siendo más realidad ficcionada; y porque es exigente y pone en entredicho, a cada instante, la inteligencia de un espectador que, antes o después, intuye que caerá en sus tramas derrotado aunque, y eso es lo que importa, habrá disfrutado con la suciedad de Baltimore. Al lado de The Wire, casi todo el resto del cine que se hace hoy, parece una representación de patio de colegio pero, como avanzaba al comienzo, la situación de la ficción, gracias a series como ésta, es sólo, por fortuna, un poco preocupante.
Y si hablamos de mentiras y grandes mentiras, desarrolladas con lujo de detalles fascinantes, tenemos que hablar de Damages, que exagerando la realidad acaba por mostrarla tan real, relatando mejor que la prensa la codicia, la banalidad, y maldad de ahora mismo. Y para acabar con las grandes obras maestras de nuestro tiempo en televisión, entramos en la segunda temporada de In.treatment, psicoánalisis interesante de unos tipos desubicados cómo nosotros. Minimalismo de acción y retratos de interiores sin más persecuciones que las de nuestros propios miedos.
La realidad tan solo se forma en la memoria. Todo lo que pasa está relatado en la T.V.
Hay que abandonar las ideas preconcebidas, y asomarse a la pequeña pantalla, eso sí eligiendo.
Después de Mad Men, todos los que la hemos seguido estamos ansiosos de ver la tercera temporada.
¡Ay de vosotros, las gentes razonables!
GOETHE
1 comentario:
Me ha encantado esta imagen ??????
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