jueves, 25 de septiembre de 2014

la ternura según herta müller

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¿TIENES UN PAÑUELO? me preguntaba mi madre cada mañana en la puerta de casa, antes de que yo saliera a la calle. Yo no tenía el pañuelo, y como no lo tenía, regresaba a la habitación y sacaba un pañuelo. No tenía el pañuelo cada mañana, porque cada mañana aguardaba la pregunta. El pañuelo era la prueba de que mi madre me protegía por la mañana. 
A otras horas del día, más tarde o en otras circunstancias, quedaba a merced de mí misma. La pregunta ¿Tienes un pañuelo? era una ternura indirecta. Una directa hubiera sido penosa, algo que no existía entre los campesinos. 
El amor se disfrazaba de pregunta. Sólo así podía decirse a secas, en tono de orden, como las maniobras del trabajo. El hecho de que la voz fuera áspera realzaba incluso la ternura. Cada mañana estaba yo una vez sin pañuelo en la puerta, y una segunda vez con pañuelo. 
Sólo después salía a la calle, como si con el pañuelo también estuviera mi madre.
(Comienzo del discurso de Herta Müller con motivo del Premio Nobel) 
(Gift Michael Reinaud)

6 comentarios:

Genín dijo...

Claro, son cosas de madres que tocan el corazón cuando las recordamos... :)
Besos y salud

marcela dijo...

Genin, para una mujer,en uno de los momentos más importantes de su vida recordar eso, es simplemente amor de hija.besos y salud.

Lasinverso dijo...

TERNURA con mayúsculas.

El amor tiene lenguajes que a simple vista parecen tan sencillos...

beso y verso

Carmela dijo...

Esos pequeños y enormes detalles que marcan para toda la vida.

Un beso.

marcela dijo...

Lasinverso. La ternura es el más salvaje de los sentimiento. No hay nada superior a ella. Un beso y gracias por venir.

marcela dijo...

Carmela, la diferencia es en lo que hay que fijarse siempre pequeña, pero por totalmente inmensa. Un beso enorme.