viernes, 12 de septiembre de 2014

soledades contemporáneas


En las historias de amor antiguas lo cursi se daba por hecho. De ahí, que no se tuviera miedo a caer en la cursilería. Pessoa decía que las cartas de amor son ridículas siempre. Y Galdós, escribía apelativos noños a Emilia Pardo Bazán.
 

Ahora que todos somos unos inseguros, lo cursi está prohibido en el discurso amoroso. Es más fácil tener sexo que hablar de amor. Nos resulta más fácil firmar una hipoteca para toda la vida que decir "te quiero". Y el compromiso, es una palabra impronunciable. Con la compañía del móvil se firma un compromiso por lo menos de meses, con una pareja  "mañana te llamo".
 

En esta sociedad individualista e independiente lo difícil es comunicarte con alguien, por eso la única forma de contar una historia de amor es contando una historia casi de terror. Dice el escritor Roncagliolo que los elementos vitales de novela romántica  de siempre son: “mucho sexo y soledad”. En ocasiones la soledad se presenta como el auténtico amor a uno mismo.

(fotografía Jay Maisel)

8 comentarios:

Genín dijo...

A mi me encanta que mi digan cosas ñoñas :)
En cuanto a la soledad, en lo que dices, además, el gusto por ella también indica mucha decepción con los demás a lo largo de la vida, ahora, ya dilatada, al menos es mi caso :)
Besos y salud

marcela dijo...

Genin, las dos cosas que dices son las mismas que me ocurren. Besos y salud.

Francesca dijo...

Bello como es dialogar sobre la soledad, introspectiva, cuando nos damos cuenta de que al hablarla estamos dejando entrar a quien nos acompaña, ¿recuerdas?

Dos besos, que no son solos.

marcela dijo...

Francesca, estás donde te encontré, y lo que dices suena a música, y la soledad es menos con personas al lado como tu. Besos...

Blue dijo...

Pues me haces reflexionar y hacerme una pregunta ¿Que ha pasado para que nos queramos comprometer con todo menos con las personas? ¿Por qué hemos perdido esa confianza en las relaciones con los demás?
No lo sé, yo creo que por un lado nos horripila el desgaste en las relaciones y queremos estar siempre en la cresta de la ola; y por otro, hemos aplicado a las personas lo mismo que a cualquier producto de consumo: nada dura, nada es para siempre.

Besos.

marcela dijo...

Blue, hemos pasado del matrimonio para toda la vida, en el que generalmente se estaba pero no se amaba, a las parejas si no me gusta, me voy. Y sabiendo que te vas porque nada te lo impide, se dan casos que se deja a la
pareja por una discusión y se aguanta al jefe aunque lo odies. El trabajo es la nueva esclavitud.
Besos.

Blue dijo...

Es verdad, somos como siempre pero cambiamos de amo.

Blue dijo...

Es verdad, somos como siempre pero cambiamos de amo.