sábado, 30 de septiembre de 2017

el alma regresa el corazón tarda

 



Hay una mañana en que regresa el alma a su sitio, el futuro se congenia con el presente –en realidad qué importa el futuro, excepto la nostalgia ya mencionada-, se abre delante tuyo el cielo; otro cielo y oteas  el horizonte, la claridad: las nubes que eran de plomiza y gris incertidumbre dan paso a radiantes certezas. Mis ojos me pasan a mirar a otros ojos, sin quemarme. La alegría como deber diario.

Y más allá de ese momento, vuelve el pasado del que hay que intentar despegar. Somos momentos contruidos sobre ruinas. 

( Fotografía Christopher Porter)






2 comentarios:

Genín dijo...

Será por lo ligeros que son sus 21 gramos... :)
Besos y salud

Blue dijo...

La claridad también trae calma, una gran medicina para el alma.
Besos, Lola.