miércoles, 17 de marzo de 2010

ladrones de vidas ajenas




Hace tiempo empece a notar como me robaban días, pero siempre creí que eran figuraciones mías. Y pasaba un año y notaba que me había desaparecido entero; yo no lo había vivido. Sólo esperaba. Como se espera a Godot, a sabiendas que no iba a llegar. Pasaba uno y otro y siempre estaba la sensación de ¿qué he hecho este año? ¿dónde he estado? ¿con quién?
La navidad era otro momento de esos de la que hablaba todo el mundo, incluso salía por la tele, pero yo tampoco la vivía.
Y mis años ¿quién se los estaba quedando? ¿que hacía con ellos? No sé. Además empezó a desaparecer el sueño, las lágrimas, mi autoestima y más cosas de las consideradas muy importantes.



11 comentarios:

David dijo...

Sí. Pero mi primer viaje en tren con 11 años supuso darme cuenta de que mi "padre" (en realidad era mi tío) no iba a poder venir a verme cada fin de semana desde Valencia a Vitoria, como yo había querido creer (aunque sabía que no podía ser... pero uno se autoengaña continuamente), porque el viaje fue el más largo que había hecho hasta entonces. Un saludo.

Pilar Mandl dijo...

Viajabas sobre hombros de gigante. ¡Qué gran suerte ir cada sábado a conocer el mundo!

Preciosa la foto de Allister Coy. 8El texto de Mercier también).

marcela dijo...

David, creo que te supondría una gran desilusión,esperar esas visitas y saber que no son posibles. Los viajes cuando eres pequeño son muy largos aún cuando no te muevas más que un kilómetro. Recuerdo que iba de excursión de San Sebastián a Loyola y creía que estaba al final del mundo.
Estoy preparando una conferencia, cuando acabe te escribo un mail para comentarte lo que me enviaste.
Un abrazo

marcela dijo...

Sí Pilar mi padre era muy alto,ja, ja.Y le gustaban tanto los viajes en tren que los sábados aprovechaba para llevarme. Normalmente tenía que ir en coche.Desde entonces me gusta el título de Calvino "si una noche,un viajero,un tren"
Adoro todo lo ferroviario. Ir sobre vía.
Un beso:)

J. dijo...

Pensabas que ibas muy lejos porque en realidad viajabas dentro de ti. Un texto muy hermoso. Un beso.

evasiete dijo...

Marcela, seguro que los conoces, pero leyendo tu post me he acordado de estos cortos:

http://www.youtube.com/watch?v=l2HxnJ51_FI

http://www.youtube.com/watch?v=fANmttyLlkg&feature=related

besos

Blue dijo...

Precioso, Marcela.
A mí también me encanta el tren. Siempre pienso que si supiera escribir una novela, el tren sería uno de los "personajes".
A veces aún tengo mono y viajo en él, pero no es lo mismo (ahora ya parece un avión).
Besos.

meloenvuelvepararegalo dijo...

Te leo y, la mayoría de las veces, asoma una sonrisa melancólica en mi boca al finalizar tu entrada.
Gracias.
A mí me sigue gustando viajar cerca y verlo como si hubiera ido más lejos; a veces descubres sitios... que valen más la pena.

reinalia ninguna dijo...

Qué bonito!
Cuando voy a tu casa siempre tengo esa sensación también, me parece que me enseñas el mundo entero y me das ganas de muchas cosas.
Todos los besos

marcela dijo...

Eva, gracias por los vídeos no los conocía.
J, así es, nunca se viaja más lejos que con la imaginación. La mente vence en capacidad de lontananza.
Me lo envuelve. ¿puedes intentar envolver la melancolía?, yo la compraría para regalar, es otra cosa que la tristeza, y ademas me gusta "póngame 100 grs. de melancolía, me loo envuelve para regalo"
Reinalia, reina al contrarío que tú que enseñas a escribir yo tengo abierta una academia de "yo me remendaba, yo me remendé".
No tengo alumnas, lástima.
besos a todos.

García Francés dijo...

Me gustaría tener algún bonito recuerdo infantil de mi padre, la envidio, Dª Marcela.

Tengo que hablar con usted y mientras le envión mi cariño y gratitud.

Carta abierta a Miguel Bosé

Veo asombrado que has desembarcado en Colombia en plan narcocorridista norteño supermacho, hablando de los cojones bien puestos del país, de ofrecerte como negociador con las Farc y alardeando de no ser de derechas. Como Ingrid Betancourt...

Miguel Bosé, "rabioso" izquierdista y nuevo colombiano por adopción