Pero el italiano no estaba cortejándome, hablaba en serio.
Dios, hacedme reconstruir al menos una flor. Ni siquiera una orquídea, una flor de las que se recogen en el campo.
Sí, pero tengo un secreto: necesito reconstruir con urgencia de las más urgentes, hoy mismo, ahora mismo, en este instante. No puedo decir qué.
Clarice Lispector De Aprendiendo a vivir y otras crónicas (Siruela, 2007)
"La palabra tiene su terrible limite. Más allá de ese límite está el caos orgánico. Después del final de la palabra empieza el gran alarido eterno."
Lispector “se parecía a Marlene Dietrich y escribía como Virginia Woolf”.
A veces, tenemos la cabeza llena y nos sentimos ocupados por dentro, y no sabemos de qué. Igual que ese sillón desparramado. Clarice era la pasión, era la literatura, era su altivez, su timidez, su mal carácter, sus ausencias, sus insomnios, era una mujer confusa que escribió una de las páginas de la literatura más importantes del siglo XX. Mujer hostil, adicta a la cortomancia, frustrada como esposa, realizada como madre.
Eso y mucho más fue Lispector. Su primera novela, Cerca del corazón salvaje, se publicó en 1943 y se convirtió en una sensación crítica. Un crítico la calificó de “la novela más grandiosa que haya escrito alguna vez una mujer en lengua portuguesa”. El estilo de monólogo interior de la novela llevó a los críticos a comparar a Lispector con Joyce y Woolf, escritores a los que no había leído todavía.
7 comentarios:
La foto es impactante.
Y Clarice Lispector resulta una mujer muy interesante; gracias a tu recomendación indagaré un poco más sobre ella.
Un saludo,
Buenas...
es genial la imagen!
Abrazos y lindo blog!
Leer a Clarice Lispector es una gozada de principio a fin. No defrauda. Engancha. Seduce. Siempre.
A mí, me tiene subyugada desde hace una buena friolera de años.
Buenísima la imagen y buenísimo el texto que la complementa.
En los podcast de radio3 el postre hay una entrevista/reportaje muy bueno.
Me había parecido interesante cuando la encontré. Ahora todavía me parece más.
Besos,Marcela.
*Nunca se me hubiera ocurrido forrar unos zapatos con la tela del sofá, o a la inversa. Eso sí que es coordinación, ja, ja.
Es un simple post de recuerdo de una de las más grandes.
Gracias por visitarme , os invito a un té o café virtual.
Un beso
Sus libros son siempre nuevos para mi, nunca me dice lo mismo, nunca.Un beso
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