mis aventuras locas

Les confesaré que soy una loca aventurera, que todos los días viajo por el mundo- hoy por ejemplo he estado en Nueva Zelanda-, que me gusta comer y me encanta ser una mujer con redondeces excepto cuando tengo que ponerme la ropa.. Que trabajo en casa, que soy feliz mirando el mar, que necesito el cine y el teatro cómo el aire que respiro. Y que “me gusta mirar a los ojos de la gente". Que me relaja sentarme en un café y observar lo que pasa alrededor y que irremediablemente, a medida que pasan los años me vuelvo más taciturna.

No tengo niños, ni casa en la montaña, ni en la playa, ni voy al gimnasio, ni me depilan las axilas y las ingles en un centro de belleza donde, mientras te recuerdan que para estar presentable tienes que sufrir, suena de fondo música étnica. No hago reuniones de tupper sex. Las cosas muy personales las resuelvo en soledad.

Pese a todo, soy razonablemente feliz y lo mismo que hablo mucho, tengo la capacidad de poder estar horas sin hablar con nadie sin que mi sensibilidad y ternura queden tocadas. Sigo creyendo además en los imposibles. Y les voy a ir contando cosas surrealistas, excéntricas e irreales como yo misma.

Bette Davis dice: "Lo hizo a la manera difícil". ¿Y porqué les cuento todo esto?, porque hoy he encontrado la casa ideal de montaña. Así que quizás sea un buen momento para encontrarme conmigo misma en las cimas: estoy pensándomelo.
También me creía la Davis, ahora las veo venir...desde las alturas.