"Todo ha de ser nombrado, y cuando digas su nombre la cosa será, porque el cielo es azul y el suelo es duro porque alguien lo dijo, y no sería así si no existiese la voluntad de mencionarlo"
Nombrar forma parte de que la cosa sea. Un te quiero repetido no es repetición sino nombrar el sentimiento. Hay que oír con los ojos y pensar con el corazón.
Y así, ésta escalera es porque la nombro, no porque alguien suba.
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