jueves, 28 de mayo de 2015

una de ternura, pura y dura



La ternura es una ropa que huele a limpio. La ternura es salvaje a pesar de parecer tan poquita cosa. La ternura es un sentimiento minusvalorado. Ser tierno es estar a punto de que te devoren. La ternura es elitista hacia abajo: jamás ningún poderoso la provoca. La ternura es animal, y por eso hay tantas personas con perro.

La ternura es un sentimiento que anida en lugares inaccesibles para los que no la conocen. La ternura es un mundo de posibilidades extremas. La ternura no se toca. La ternura es cosa dura. La ternura no tiene teoría, sólo pensamiento con sentimiento. La ternura es brava, si te la encuentras de frente, embiste. La ternura va desnuda, no le hace falta otra ropa que el abrazo de los que ama.

Andamos por el mundo con una dosis de ternura hasta que nos rompen la nariz. O quizás, lo que nos rompen sea el corazón. Creía que era la nariz, por la cantidad de amigas que se la recomponen ya de mayores, bajo la explicación de que tenían desviado el tabique nasal.
Pero a veces también nos rompen el alma. Si es que existe.

6 comentarios:

David dijo...

Mmm... Pues creo que sí está minusvalorado. Aquel que es tierno supongo que por eso mismo tiende más a ser bueno, compasivo, comprensivo...qué sé yo.
PD: Lo de la explicación del tabique nasal desviado me ha hecho gracia. Qué ternura para aceptar esas lógicas (jaja)
PD2: Igual aquí hubiera preferido una foto más "tierna". Pero luego está el asunto de los que asocian ternura con ñoñería o sensiblería. Y no son la misma cosa. Lo tierno es auténtico, lo sensiblero no tanto (o no lo parece).
Un abrazo.

Genín dijo...

Hay una parte de la ternura que no me gusta, es un efecto secundario muy molesto, ese dolorcillo que se pone en la garganta cuando la sientes y al ratito se te humedece el rostro...:)
Besos y salud

Blue dijo...

Llevamos una coraza tan grande que a veces cuesta verla en uno mismo y en los otros, pero si estamos atentos a veces asoma.
Besos, Marcela.

marcela dijo...

Blue, yo la coraza me la dejé en la guerra de los 100 años. Ahora estoy haciendome malla de acero tipo Rabanne.
Un beso, amiga.

marcela dijo...

Genín, el efecto secundario depende con quién tome y a quién dediques las píldoras de la ternura, aveces si sabes dar con la dosis adecuada es fantásrico. Yo creo que sin ternura somos piedra. Mira los animales como son de tiernos! Besos y salud.

marcela dijo...

David, el otro día leí a un científico que sin ternura el hombre no es. Así que la mujer que somos un poco más tiernas,
por el hecho hormonal y maternal no somos tampoco.
Un beso.