lunes, 27 de abril de 2015
siempre se vuelve al lugar del crimen y también al blog.
Un blog puede ser cualquier cosa: una lista de publicidades encubiertas, un banquito para pararse a soltar opiniones, una sucesión de videos de YouTube, un diario íntimo abierto al mundo, un espacio para discutir, una tarjeta de presentación, un archivo, un periódico, un museo, un catálogo, incluso un altavoz o una radio. Un lugar al que como a la ducha vuelves cada día, porque parece que está ahí esperando. Un blog es inútil y por eso absolutamente necesario.
Pero cuatro, cinco o seis años es mucho tiempo para la mayoría de los blogs. Por eso sus autores van, poco a poco, despidiéndose del contacto más o menos cotidiano con sus seguidores. Se aburrieron de sí mismos y de su blog. O se les acabaron las ideas originales. O ya nada es una idea original. O se conocieron. O se divierten con otras cosas. O todo eso junto. Porque un blog es una especie de psicoanálisis que haces contigo mismo sin recetas de farmacia. Es un estado mental o sensorial.
Lo raro es que cuendo empecé el blog, apenas tenía 20 visitas diarias, y sin embargo tenía muchos amigos que conservo y hacían comentarios. La verdad es que ahora llego a tener hasta 600 lectores y sin comentarios. El blog está en plena madurez y yo cada vez más inmadura. Siempre pienso que lo voy a dejar.
Pero hay esperanzas: como "el hogar" "el primer amor", los amigos de la infancia y los vicios abandonados, voy a volver, una y otra vez. Porque un blog es una casa, unos amigos y algunos vicios.
(Foto Stephen Shore)
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7 comentarios:
Si, vuelve siempre, no se te ocurra abandonarme -pensó el blog, y yo también- porque todo lo que has escrito lo compartimos... :)
Besos y salud
si sirve para reflexionar así ves que tiene su importancia... por que abandonar lo que uno quiere no? salu2....
Lo del crimen no sé, pero en lo del blog, coincido. Cinco o seis años supera la media de vida de los blogs (que no sé dónde leí eran unos cuatro).
Aunque cada vez me cuesta más actualizar, o dejar tantos comentarios como hacía antes, dudo que lo deje por esa misma última frase que apuntas.
Un abrazo.
Comparto todo lo que dices, Lola. Y es cierto que los blog tienen un inicio casi si nadie, luego se llena y con el tiempo los comentarios descienden vertiginosamente, pero sabes, creo que cuando un blog es parte de una misma, y creo que el tuyo (y lo digo también por el mío), no lo dejaremos por ello. Seguirá mientras sintamos como sentimos.
Hasta la próxima entrada, amiga.
Besos
Gracias amigos, la verdad es que siempre que pienso en abandonar, estáis ahí para hacer que siga. Es difícil para mi abandonar nada, pero nada. No soy de abandonos.
Un beso y salud.
Justo hoy que me acabo de enterar de que Maia cerró el suyo...
Sí, esto pasa por ciclos, pero aunque me canse no lo cerraré. Hay mucho allí dentro y lo que más vale es lo que dejaron otros, sus comentarios.
Tus blogs son todos buenísimos, Marcela, todavía recuerdo la sorpresa cuando los descubrí.
Espero que, aunque sea con altos y bajos, duremos muuuucho.
Besos.
Lo del aumento de visitas sin comentarios es por las fotos. Cuanto más longevo es un blog, más fotos contiene. Y cuantas más fotos contiene, más visitantes recibe en busca de imágenes concretas. Y eso no es lo mismo que lectores.
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