A estas alturas de mi vida perdí por completo la poca paciencia que tenía. mi cuerpo me dice que la vida es cortísima y me especializo en hacer estrictamente lo que quiero (aunque ahora sería, en todo caso, lo que puedo). por otro lado, me he vuelto encantadora conmigo misma, me lo permito todo. Soy una niña madura.
Hubo un tiempo en que daba importancia a las cosas que la humanidad- es decir todos- llevábamos fundidas en la placa de la memoria de nuestro cerebro. Poco a poco, le damos importancia a lo que realmente tiene, que son precisamente las que la gran mayoría piensan que son inútiles. No hay nada como llegar a pensar que la vida es la que te han contado más lo que tú has escrito en ella.
Ahora termina el año y puedo decir que ha sido un gran año, porque me he embarcado en obras, en cosas que nunca pensé podría hacer, y mi colección que ya ha cumplido 30 años, se pasea como si fuese una debutante por medio mundo. Me siento satisfecha, porque incluso me he atrevido a compartirla en las redes sociales.
Cuando eres consciente de que todo es relativamente importante, te quedas con lo fundamental, que para mí sin ninguna duda es el cariño.
(fotografía Hoynengen-Huene)
6 comentarios:
Qué bien, Marcela. A mi me maravillan la capacidad y la energía que tienes. Te faltó decir que esos proyectos en los que embarcaste tuvieron y tienen mucho éxito. Que dure mucho.
Besos.
¿Y no se puede ver esa colección aquí, por fa... :)?
Parece mentira lo que nos parecemos...:)
Besos y salud
Blue, si la verdad es que parece mucha energía pero si me vieses no es tanta. Lo que sí tengo es mucha decisión alocada que me permite hacer sin pensar mucho. Un beso grande.
Genín, de momento por el Sur no es fácil que aterrice mi exposición, están dedicados a cosas más importantes. Pero bueno todo puede pasar. Me alegro que te identifiques, para eso llavamos años en este medio virtual.
Un abrazo y salud.
Me alegro mucho, Marcela. Eres un espíritu libre y te admiro. A parte de ello, te quiero mucho. Felicidades.
PD. Te leo pero se me ha vuelto a romper el portátil y me cuesta mucho escribir desde aquí.
Carmela, lo sé amiga yo tambien te quiero. Y no te preocupes cada una va como puede, unas veces escribe y otras no. !Faltaría más! Besos
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