viernes, 11 de julio de 2014

en la mitad de la nada



A veces un diálogo de varias semanas incluso de años en los que una no se explica, solo necesita quince minutos de conversación. Manteniendo el silencio no hay ni más ni menos posibilidades de malentenderse. Porque todo lo anterior no fue sino un enorme y duradero desencuentro.

Hay momentos en la vida en que te das cuenta en que las mayores heridas sólo pueden causarte los más cercanos, y es ahí dónde tu vida deja de cobrar sentido. Incluso lo más cruel es que el que te lo causa se enmascare en alguna argucia para decir que no te la causa puesto que tú no estabas allí.

No debemos navegar con capitanes que llegado al lugar dónde ya no hay tierra, abandonan el barco y se alejan en una lancha a motor. 
! Cosas de las marejadas de la vida !

3 comentarios:

Genín dijo...

En realidad hay veces que no deberíamos navegar en absoluto con nadie... :(
Besos y salud

marcela dijo...

Genín, estoy totalmente de acuerdo. Hay mucho capitán Araña.
Un beso.

José A. García dijo...

Dicen los que saben que los mejores marinos se hacen en soledad, como el tal Crusoe. Pero, claro, a él le salió bien el chiste.

Saludos

J.