Lo mismo que para los estofados, también los diferentes tipos de seres humanos tienen dos posiblilidades, salteados o crudos.
Vivimos tiempos en que la nueva cocina y la vieja vida se mezclan en un estilo compuesto- que diría una amiga mía-. Se entretejen las tramas, como en una larga sobremesa y se mezclan los valores y sabores de siempre con un halo de inmaterialidad transparente, en las que para hacer una tortilla simplemente, ya no se cascan los huevos.
La vuelta a lo básico, es la respuesta. Vida sin distanciamientos elitistas, destreza en las mezclas, afán por no ocultar con nombre exóticos lo establecido, para así tapar la incongruencia de la sociedad moderna. La nueva cocina es síntoma de la vieja vida. Ocultar la verdad.
(fotografía Julie Blackmon)
1 comentario:
Me gusta Julie Blackmon, no la conocía...
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