lunes, 1 de septiembre de 2008

espantar lo real


Toda fotografia es una ficción que se presenta como verdadera. Contra lo que nos han inculcado, contra lo que solemos pensar, la fotografia miente siempre, miente por instinto, miente por que su naturaleza no le permite hacer otra cosa. Pero lo importante no es esa mentira inevitable. Lo importante, en suma, es el conjunto ejercido por el fotógrafo para imponer una dirección ética a su mentira. El buen fotógrafo es el que miente bien la verdad.
Es propio de algunos exigir a la fotografía la verdad, cuando viven rodeados de las mentiras más zafias. El arte no es notario de lo real ni la fotografía recoge otra cosa que lo más subjetivo de esa realidad. Mentiras, grandes mentiras y buenas fotografías.

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