Hace algunos años conocí a Milly, una portobeleña de cuento. Rebelde, divertida, era mi amiga. Cómo se reía...su mundo era el mundo. Sabía lo que quería y lo tomaba en el momento. Estaba siempre dispuesta a saltar a la barca para ir a la playa. Gafas olímpicas y bañador sobre el panty. Me gustaría que fuera feliz más adelante, que pudiese estudiar y que no fuese víctima de la polución de imágenes que le llegan. Que fuese una mujer feliz. Que no cayera en brazos de un hombre que la conviertiera en dócil y resignada y tuviera que sacar adelante a sus hijos sola.Yo quiero para Milly lo que quiero para todas las mujeres: Libertad y amor, pero sobre todo independencia económica.
Cuando le preguntaba que quería contestaba: "pocotón de regalos"( quería decir un montón)
Va por ti... Milipocotón. (Foto Alma Almarán)
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