El placer ocasional del paso de los años -mirar hacia atrás y reflexionar sobre el pasado- es rápidamente modificado por la idea que surge inmediatamente después, sobre el relativo poco tiempo que queda.
Lo maravilloso es que a continuación empiezan ganas de duplicar las horas de juego, de relax, de viajes, de cultura...y de vida. He perdido mucho tiempo y muchas cosas pero he encontrado un tiempo fugitivo al que perseguir muy de cerca.
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