jueves, 20 de diciembre de 2018

coaching para tranqulizarte


Vivimos un tiempo de entusiasmo grimoso: «¡Querer es poder!», bramaba, subido a un escenario. «¡Eres capaz de todo!», decía a propios y extraños. «¡Que nada impida conseguir tus sueños!», «¡Puedes ser todo lo que te propongas!», «¡No dejes que nadie te diga lo que no puedes ser!», «¡No te des por vencido!»… 


Un bombardeo de proclamas que no pronunciaban émulos de un Ratoncito Pérez para adultos, sino adultos. Coaches. Gentes que ayudan a «llenar el vacío entre lo que se es y lo que se desea ser». Profesionales del optimismo sentimentaloide, de la motivación a granel, de las sonrisas empaquetadas y de las patrañas. Vendehúmos creadores y cebadores de una mitología majadera que nos ha arrastrado hasta donde estamos. y estos personajes lo primero que hacen es entender por qué eres tan estupido, y se ponen de tu parte con consejos inútiles.Y lo que hacen es quitarte el peso de tus problemas. Les va el sueldo en ello. Eres grande, pequeña, exclamaban!



Tengo amigas psiquiatras, psicólogas que no creen más que en el esfuerzo. El talento de amar significa que te dedicas a hacerlo, el talento de vivir es esforzarse en el hecho de que dura mucho menos de tus entretenimientos, y el talento crativo se diferencia por las horas que te dedicas a ello. 

Ah, y no somos capaces de todo. Ni falta que nos hace.

1 comentario:

Genín dijo...

A mi es que me repatea, de repente hay coaches para todo y por doquier, que borregos, iba a decir somos, pero no, en este caso no me incluyo ni de broma, SON, los que lo sean, pero está claro que hay muchos... :)
Parece que se aprenden una palabrita en Viernes, que por supuesto, tiene que ser en otro idioma, no en castellano, y a repetirla como loros...
Besos y salud