Vivimos en un mundo raro, donde odio y cinismo se consideran discursos inteligentes y si hablas de sentimientos suenas como un idiota. La emoción es el antídoto, es el nuevo punk.
Siempre quise ser punk, y ahora que el mundo es cínico y los sentimientos líquidos me he vuelto rebelde, creo que con causa.
Radical, en el amor. Ligera en las ideologías, anarquista y educada ciudadana. Sin guitarra y con música.
1 comentario:
Hace ya mucho tiempo que no me preocupa analizar lo que soy, para el tiempo que me queda en el convento ¿Para que? :)
Besos y salud
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