Todo estaba allí, solo que detenido. Metáfora —ahora que reflexionas— de lo inmóvil, de lo enorme paralizado, desde entonces no ha cabido más que veloz muda, metamorfosis de la luz en miedo y de la longitud en soledad. No, no añoras volver, pero persiste el deseo de reiniciarlo todo, de recurrir a lo previo, a lo posible, a lo inexperto. Porque así es[…]
Y si ha sido, no tiene porque volver a ser. Puede que en la vida se aprenda más de lo que pierdes que de lo que encuentras.
Ahora se trata de volver al punto de tener la valentía de recomenzar. Aún tengo una oportunidad. Me la doy porque me la merezco.
2 comentarios:
¡Claro que te la mereces! :)
Besos y salud
Lo importante es no caer en el agotamiento, pero mientras se está vivo todo es posible.
Besos, Marcela.
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