viernes, 27 de marzo de 2015

vivir lo extra-ordinario




Se abandona la infancia cuando se elige porque crecer es elegir. Abandonas unas cosas y eliges otras. Hay personas que quieren más de todo y otras que se conforman con todo.
Se trata de eliminar de nuestras vidas el ir a las tiendas y comprar tres piruletas, dos gominolas, un chicle, dos barras de regaliz, y una de patatas fritas. La variedad es cosa de niños.
 

También viene un momento en que se deja atrás quién llama primero a quién.Hay otro momento de la vida en que se abandona lo bueno por lo posible, lo mejor por lo probable, y lo probable por lo necesario. Se buscan menos preocupaciones y más paseos.
 

Se invierte en recuerdos, pero se vive de futuros y el césped se recorta sólo si es estrictamente necesario. Sólo para que no habiten las alimañas que no limpian, sino que son tóxicas. Limpiar es dejar lo estrictamente necesario.
 

Cada vez me parecen más bonitas las cosas normales. Se parecen a las grandes aventuras, pero al revés. Lo extra-ordinario. Lo extra de lo cotidiano.
 

Ya no pedimos lo imposible si lo necesario. Y debajo de los adoquines no está la playa, sino más tierra. El Mayo del 68 fue un movimiento hacia el mismo sitio, y encima se creyeron que inventaron el 69. Los que estuvieron allí, montaron el hiper-capitalismo, y los deseos los convirtieron en necesidades.
 

El futuro no es lo que parecía. Pero es lo mejor que tenemos, porque vamos a pasar ahí el resto de nuestras vidas. Sí hay futuro, pese a lo que cantaban los punks.

5 comentarios:

Genín dijo...

No se cuantos años hace ya que no pido nada, me conformo con lo que yo me puedo procurar... :)
Besos y salud

Vir dijo...

Yo también estoy en fase de "sólo lo necesario", en fase de "con una piruleta está bien.".

Carmela dijo...

Cuando te das cuenta de que el futuro no era lo esperado, no hay duda de que estás en el.
Un beso, Lola

marcela dijo...

Genin, eso es lo que tenemos que aprender, procurar darnos lo que necesitamos. Un abrazo y salud.

marcela dijo...

Vir, las piruletas, los paseos, las puestas de sol, esas forman parte de lo estrictamente necesario. Un abrazo.