Estos días ha llamado mi atención una noticia conmovedora.
En Easton, California, una anciana de 89 años llamada Violet fallecía
cinco horas después de que lo hiciese su marido, Floyd Hartwig, mientras
lo sujetaba de la mano. Él murió agarrándola a ella y ella agarrándolo a
él, en el que quizá sea uno de los actos de amor más sinceros y a la
vez más dolorosos de los que el ser humano es capaz. Se conocían desde
que eran niños y llevaban 67 años casados. Según relataba Reuters, la
familia siempre había pensado que Floyd y Violet no tendrían fuerzas
para vivir el uno sin el otro.
Cuando perdió al amor de su vida, a Violet Hartwig se le
paró el corazón. Los que me conocen saben que no acostumbro a negar la
biología evolutiva ni obviar la química cerebral, pero por una vez, y
por estúpido que pueda sonar, permítanme coincidir con Aristóteles.
Morir de amor es posible. Porque el amor, sin ningún género de duda,
reside en el corazón.
Y vivir con un animal encima también, es posible.
(fotografía Cristina Mittermeier)
(fotografía Cristina Mittermeier)
4 comentarios:
Si, siempre supe que de amor se puede morir, no hay mas que saber lo que duele el desamor...
Pero en este caso, seguro que murieron sin dolor y al saberlo a el muerto, ella se dejó ir, su vida ya no tenia sentido ni un minuto mas...
Me encantaría conocer mas detalles de la mujer de la foto, un enlace, si es posible... :)
Besos y salud
Genín, esto es lo que he encontrado: Artist: Cristina Mittermeier
The photographer captured this whimsical moment of a woman and her pet goose as they were walking through a market in the town of Xiang Guping, Yunnan Province, China.
Historias como estas conmueven, pero parece que además de queriéndose murieron en paz. Algo es algo. Muchos quisieran un final así.
La foto es espectacular.
Besos, Marcela.
Blue, como me gustaría morir así. Y si la foto es espectacular. Un beso.
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