martes, 17 de junio de 2014

odio los lugares comunes.



No creo ser una persona insensible. Creo que todo el mundo tiene derecho a un techo y a un refugio o en su caso, ropa de abrigo suficiente. Por eso odio esas gentes que demuestran todo el tiempo lo solidarias que son. Los odio más si son de izquierdas, porque se da en una serie de personajes que han hecho de la palabrita su trabajo más remunerado. Oigo "yo estoy por la liberación de las mujeres africanas" o "si no acabamos con el planeta, él acabará con nosotros" "todo el mundo tiene derecho a un trabajo digno" y cosas a sí. No desenfundo el revólver, porque están prohibidos en este país.

Quiero que se dejen de palabritas y demuestren algo. Por favor, sólo un poquito, como las relaciones sexuales muy antiguas. El mundo gira y la mayoría va montado siempre en la misma noria. Hay demasiados que todavía no han podido dar una vuelta. 

No es cierto que cualquier trabajo es digno de por sí. Hay algunos que son mucho mejores que otros y son los de las personas que quieren hacer de este mundo un lugar agradable. Coincide que son ricos, van bien vestidos, dirigen corporaciones, sestean en el Congreso, etc.. Les parece de mal gusto la crítica, las manifestaciones son malas porque entorpecen el tráfico- y lo dicen aquellos que no tienen que salir de casa más que para ir al restaurante-, así que ya os digo, tengo días de malísimo carácter y cualquier lugar común hace de mi vida casi un infierno. Me parece estar rodeada de mises de las que ganan el título y dicen que lo que más les gustaría es "que hubiera paz, mucha paz en el mundo"

La paz interior no existe. Bueno, si en los insensibles y en los muertos.

9 comentarios:

Genín dijo...

En esta ocasión estando en general muy de acuerdo con lo que dices, por eso vivo donde y como vivo, pero difiero cuando dices que la paz interior no existe, no es inamovible, pero te garantizo que existe... :)

Besos y salud

David dijo...

Bueno, la paz interior existe cuando te rodeas de cosas buenas y bellas y no piensas en las que hay malas.
Jo! Si pensáramos realmente en cómo está el mundo y en los que sufren, no podríamos ni vivir, supongo.
Un saludito.

Blue dijo...

Muy de acuerdo, Marcela. Con el ejemplo de las misses ya lo redondeaste, jaja.
Ay, qué fácil es predicar y ser solidario con lo que ocurre al otro lado del mundo. Por eso me gusta la gente como la ex de Genín, que en vez de predicar junta su dinerito y se va a África todos los años y allí reparte y ve los frutos de su trabajo. Son esas personas las que pueden hablar con todo el derecho.
Besos.

marcela dijo...

Blue, yo también hago algunas cosas, no me voy a África porque he encontrado una forma de ayudar muy cercana. Y por eso las declaraciones las aborrezcco. Un día te contare. Besos.

marcela dijo...

Genin, lo de paz interior es una metáfora, quiero decir que hay demasiados que no quieren problemas, ni pensar en ellos. De vez en cuando hay que inquietarse por lo que ocurre en el mundo y sus desajustes.
Besos

marcela dijo...

David, conozco y práctico La Paz interior e incluso exterior, pero práctico otras cosas que me inquietan.un abrazo.

Carmela dijo...

Para la gran mayoría, la solidaridad de palabras, viste mucho y creen que con eso ya han hecho todo lo que tenían que hacer. Ahora bien, si un vecino, un extraño en un portal, o cualquiera cercano, necesitan ayuda, miran para otro lado, dándose golpes de pecho y diciendo, pobrecitos los que sufren allá lejos.
La paz interior, no creo que con esa palabra, exista, pero sí creo que existe un estado de aceptación con lo que somos y hacemos, aunque sea difícil de conseguir. La paz interior, como bien dices, insensibles y muertos.
Un beso, Marcela.

Anónimo dijo...

Hola, Mar!!

Querras decir "renumeracion.


No se que "concretar con tu "odiosa Formula y si me voy "punto por punto ... probablemente Tu tambien "desfallezcas.

Un beso, Guapa!!


No te deprimas, es el anio de Revelation y es como "pisar cascaras -de aves!!

marcela dijo...

Carmela, has entendido perfectamente yo prefiero ayudar a los cercanos, a la señora del piso de arriba que no puede hacer la comprar, a unos rumanos que me han adoptado, y a varios perros que veos por la calle y les ofrezco agua.
Besos Carmelilla.