Uno de los veinte artistas más prominentes del siglo Man
Ray, dejó una serie de imágenes icónicas de ese siglo, entre otras: Noire et
blanche, Gertrude Stein, Les larmes (1932) y una serie de retratos de Marcel
Duchamp como su alter-ego femenina; Rrose Sélavy.
Artista inconforme y subversivo siempre, Duchamp desafió el
pensamiento convencional sobre los procesos artísticos y la comercialización
del arte; la paternidad del dadaísmo y el movimiento surrealista. Su mayor
logro fue la performance como Rose Sélavy que realizó en 1920. Originalmente,
el nombre de Rose Sélavy suena : "rose, c'est la vie". En 1921, le
añadió una "r" cuando añadió su firma a "L'Oeil
cacodilate", una pintura de Francis Picabia. El nombre hábilmente
re-elegido es otro juego de palabras "Eros c'est la vie", una
expresión de arte en la que está todo Duchamp; "eros; es lo que es: eso,
es todo lo que hay".
Nada más que eros, eres.
Pero además, el gran Marcel que se llamaba a sí mismo "ingeniero del tiempo perdido" fue un hombre que se dedicó toda su vida a jugar: al ajedrez, al arte y a la vida.
Otras famosas frases suyas fueron:
Mi capital es el tiempo, no el dinero.
No hay solución porque no existe ningún problema.
Siempre son los demás los que se mueren.
Vivir es más cuestión de lo que uno gasta que de lo que uno hace