Soy una coleccionista compulsiva. Colecciono desde instantes a lápices. De los recuerdos, por el contrario, almaceno únicamente aquellos que reconozco imprescindibles. Tengo un marcado carácter ahistórico. Y soy sobre todo coleccionista de fotografías; tanto virtuales como reales.
En todo coleccionista existe algo que nos vuelve una especie de seres brumosos. Perdidos entre una niebla de imágenes somos capaces de encontrar aquella que buscamos.
Me identifico con mi colección, en la medida que es un cúmulo de deseos y decisiones. Cuando comencé, nunca tuve la sensación de ser coleccionista, más bien se trataba de encontrar imágenes que estuvieran con anterioridad en mi cabeza.
Mi colección está hecha de encuentros fortuitos e incluso de repeticiones. No hay método en un primer momento. No hay hallazgo tampoco, sólo una misteriosa decisión que elige en un momento tal cosa y no otra. De lo más humilde; a lo más glamuroso, de lo casi bello por terrible a lo estético, mi mundo es un lugar en el que tienen cabida copias de autores incuestionables heridos en sus retinas por el hecho de escrutar el mundo, ese de siempre.
Es la pulsión de los atacados por la fiebre. Colecciono el mundo: mi mundo.
(fotografía Robert Mapplethorpe, Catherine Millonaire)
(fotografía Robert Mapplethorpe, Catherine Millonaire)
5 comentarios:
En mi retina se graba recuerdo imprescindible lo que tú compartes, Marcela... y los recuerdos, para mí no son poca cosa.
Achuchones, guapetísima.
Me gusta buscar y compartir, creo que es una forma de activar amistad.
un abrazo
La entrada, preciosa, pero me quedo con el comentario de India y el tuyo...
Besos y salud
¡Que haría yo sin mis recuerdos!...
Besos y salud
Contigo aprendo, me cuestiono, dudo, entiendo, y desentiendo también...Me gusta, me llega el mundo que mostrás, el de las fotos, el de la literatura...Un beso
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