ELLA FITZGERALD EN EL CIELO
Le rezaba a Dios,
le rezaba ardientemente,
para que hiciera de ella
una feliz chiquilla blanca.
Y si ya es tarde para esos cambios,
pues al menos, mi Señor, mira cuánto peso
y quita de aquí como poco la mitad.
Pero el misericordioso Dios dijo No.
Simplemente puso la mano en su corazón,
le miró la garganta, le acarició la cabeza.
Y cuando todo haya pasado -añadió-,
me llenarás de júbilo viniendo a mí,
mi alegría negra, mi tonel cantarín.
Aquí, Wislawa Szymborska
Aquí, Wislawa Szymborska
Aquí, Wislawa Szymborska,
2 comentarios:
Eso es para que no te fíes ni de dios, agregó, mientras hablaba en la intimidad con sus amigos en catalán...
Besos y salud
Hermosas, terriblemente hermosas
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