
Para que exista el orden antes hay que desordenar.
No creo que por insistir se consiga otra cosa que ponerse pesado.
Orden, hogar y naturaleza.
Y palabras de Vicente Verdú.
Amar, amar, amar. ¡Cuántos destrozos cabe provocar con este impulso! De ser amados sin más no obtenemos sino un rancho, a menudo tan empachoso e indigesto como insulso. El amor no logra proporcionar el sabor de la felicidad sin el conocimiento, la inteligencia y una voluntad bien afinada. Lo demás son papillas farmacéuticas.
1 comentario:
¡Bravo!
Que bonita foto de cabecera.
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