Y entonces, encontraron que marchando siempre hacía adelante conseguían llegar al lugar de siempre. Habían sido hombres que siempre fueron en una dirección: sólo y únicamente hacia sí mismos, lo que les impedía ver de donde partían, y sin mirar para atrás nunca se llega a saber el camino que se ha recorrido, ni la distancia.
No perdían el tiempo. Por miedo a no saber que hacer con él. Llegaron a pensar que si se paraban, se desintegrarían. Y así en una ruda infernal de recorridos hacia cualquier lugar terminaron por perderse.
Nunca se paraban a conocer a los otros, los veían, hablaban, exigían, e incluso con el ocio hacían negocios. Llegó un momento en que se preguntaban: ¿Y si se pararan?.
No lo hicieron, y sus empresas, sus negocios, sin pedir permiso lo hicieron por ellos, se ralentizaron y se pararon. Hubo algunos que no podían creerlo : el mundo y los relojes giraban sin que ellos tuvieran que darles cuerda.
Sus mujeres les pidieron el divorcio, sus hijos se hicieron antisistema y ellos se recluyeron, porque acostumbrados a organizar su mundo, no supieron organizar su caos.
(Foto Andrew Miksys)
5 comentarios:
Te leía y solo reconocía mi alrededor. La foto fija de lo que veo por el rabillo de los ojos. Nuestro único punto de llagada no es nosotros, es el extremo opuesto del origen, de nuestro pasado.
Un beso muy grande!
Menudo fotón
Bellaluna,
Qué fabuloso que hayas regresado a tus diarios-blogs, te he leído hoy y ha sido como ver una gran película.
Estoy incapacitada para todo tipo de mudanzas, pero creo que son buenas,en ocasiones somos más lo que dejamos que lo que encontramos.
Hay que limpiar.
Gracias por tu visita.
Gracias Rai, procuro espigar buenas imágenes, y aportar algo a las visitas.
Un beso
Si ya lo digo yo...!hay que pararse!!Un besazo.
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