Hallándose Alejandro Magno de escala en su camino hacia Persia, era agasajado por todos los notables de la época excepto por el afamado Diógenes de Sinope, resolviendo entonces ir a verle. Lo encontró tumbado, tomando el sol, y preguntándole si se le ofrecía alguna cosa, el filósofo le respondió: “muy poco, que te quites del sol”. Admirado por su grandeza de ánimo, confesaría “de no ser Alejandro, de buena gana sería Diógenes”
Hasta Alejandro el Magno debía saber que un filósofo no tiene tiempo para el poder. Ni para perder. El sol..y las pequeñas cosas de la vida son lo verdaderamente importante. Y para pensar hace falta no hacer nada según Harendt.
lunes, 15 de diciembre de 2008
cosas griegas alkistis protopsalti
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1 comentario:
yo es lo que quiero para los próximos meses...más TIEMPO!!!!
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