lunes, 5 de enero de 2009

sin roscón de reyes

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuan­do firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.
Nabokov, escribía como un ruso, pensaba como un americano. Me lo regalo de reyes...simplemente el comienzo, que el libro lo he leído muchas veces.
Y de postre me voy a tomar bacalao al pil-pil. Pienso como una vasca, y no quiero ir de erótico-sublime. Bastantes roscos se traga una a lo largo del año.

3 comentarios:

Pilar Mandl dijo...

¡¡¡Me encanta Lolita!!!
¿Leíste la versión primera de Nabokov que sacó Anagrama hace ya unos cuantos años (unos 20?) mucho más "dura" y la versión de Heinz von Lichberg "Lolita" de 40 años antes? (escribo el nombre tan bien porque tengo el libro en las manos).

Pilar Mandl dijo...

...editorial Funambulista y una preciosa imagen de un cuadro de Balthus (que antes me apasionaba, incluso intentaba pintar "con su estilo") en la portada.

ROSA ALIAGA dijo...

Esta mañana estuve trabajando en el texto...es un tema fascinante!!! La semana que viene creo que lo tendré.
La amigas geniales no las pueden traer ni los reyes ni santa...