lunes, 26 de octubre de 2015

belleza y rebeldía: about fashion


About Fashion trata de relatar la mujer y su etcétera. Sobre esa otra mujer sujeto. Una mujer como las de Vogue elegante y sofisticada, que sublimaba la inteligencia en la distancia. Una imagen de lo femenino a la que se le presuponía un discurso intelectual ya que podía sostener esa imagen soñada. Por eso afirmaba la gran editora de moda Diana Vreeland -sin emoción, no hay belleza-.

La belleza era esencial en su trabajo, como lo era el sueño y la fantasía que vendía esa belleza. Antes que ella, visionarios como Alexey Brodovitch (Harper’s Bazaar), Edna Woolman (Vogue) o Alexander Liberman (Vogue) habían realizado una labor clave para la imagen de la mujer y para la fotografía desde sus despachos: los grandes fotógrafos habían trabajado para ellos, y lo habían hecho dando forma a la mujer desde las páginas de sus publicaciones. Ellos hicieron de la fotografía de moda el gran arte. No obstante la gran fotografía de moda no habla sólo de moda, ni de mujer, ni de una época: su representación de una realidad va mucho más allá y se convierte en testimonio de belleza y de rebeldía: de cambio”. 

Y ahora la voy a ver expuesta y encontraré muchas que ya me gustan menos, algunas que me siguen gustando mucho y otras que son absolutamente imprescindible. De eso trata exponer. Colocar en lugares ajenos miradas propias para que otros ojos acaben unas obras que tú has comenzado a reunirlas.

(About fashion, mi colección de moda en el Museo Balenciaga de Getaria hasta el 30/1/16)

viernes, 23 de octubre de 2015

la estupidez no tiene tratamiento

En verdad, no hay nada tan receptivo, flexible y prudente como la estupidez. Una apertura y receptividad ilimitadas distinguen a la estupidez, mientras que la falta de la inteligencia es limitada. Así, no tiene acceso al conocimiento: "La falta de inteligencia cierra tras sí las puertas: indica la prohibición de acceso a este o aquel conocimiento y, de este modo, delimita su horizonte de experiencia." La estupidez, por el contrario, "está abierta a todo en la medida en que convierte un objeto cualquiera en objeto de su atención y entusiasmo. Es una vocación, "un sacerdocio, con todos sus ídolos, sus sacerdotes y devotos". El idiota da vueltas como una rosa arrancada en el remolino de los hombres resueltos, de los hombres en consenso. Habitantes y miembros de una conformidad enigmática. 


Clemént Rossé
Son como esa flor que si le sopla el viento desaparece de pura liviandad. Los estúpidos admiten todas las excepciones pero olvidan adoptar las reglas. Son gente a la que todo le parece bien, siempre que no toque sus intereses. Tienen necesidad de tomarse lo serio a la ligera y son de aquellos que ante un problema que sea de índole emocional o político no tienen otra opinión más que la de la inmensa mayoría es decir, les vale lo mismo hache 
que ochenta. 
La estupidez nunca muere pero hacer morir a los demás. ( partisana)

sábado, 17 de octubre de 2015

el móvil y nosotros: sonidos sin arte




Lo que se hace hoy con el móvil (aparte de aprovecahrlo para que nos llamen y nos encuentren allá donde estemos), o lo que se hacía hace tiempo con los viedeojuegos, va todo en una misma y única dirección: pasar el tiempo entreteniéndonos con algo relativamente fácil, cuando lo que realmente eneiquece nuestra vida suele ser lo difícil: desde iniciar una relación directa con la persona que amamos, hasta aprender algo nuevo que nos lleve a una vida mejor, movernos hacia los trabajos que realmente desemaos, o cultivar el arte o incideir en una actividad que nos lleve a comprender mejor el mundo.

La actividad de estar colgados o colocados con el móvil se conoce con el nombre inglés de phubbing, que en nuestro país no ha calado como término pero sí como práctica: dejamos de relacionarnos fisicamente y lo hacemos a través del móvil, y da igual que tengamos delante algo interesante o importante.

Por eso aquí dejo sonidos y movimientos que sí son arte. 




lunes, 12 de octubre de 2015

amores muy líquidos Zigmunt Bauman


El filósofo Zigmunt Bauman defiende en su libro Amor líquido —un ensayo sobre el amor en los tiempos del consumismo asilvestrado— que la palabra dependencia nos molesta cada vez más, porque como homo consumers que somos, buscamos constantemente la satisfacción inmediata por el precio/inversión que estamos pagando. 

Adquirir compromisos a largo plazo (y de ahí la deriva inevitable a la dependencia) no es una característica de los seres líquidos, que vivimos acostumbrados al «si no le gusta el producto, le devolvemos su dinero». 

En la época de la obsolescencia programada, las relaciones de pareja no se libran de pasar cada cierto tiempo una ITV mental. «¿De verdad me compensa?». «¿Qué me aporta?». «¿Mejora mi vida?». «¿Es un lastre?». «¿Se esmera en cada cunnilingus?». Y en definitiva, ¿merece la pena el sacrificio? 

A día de hoy las relaciones son vistas como actos de constricción —y muchas veces, lo son—, porque la sociedad líquida nos ha enseñado que ahí fuera, en el salvaje oeste del capitalismo, siempre habrá algo nuevo esperándonos. Probablemente, peor; pero nuevo, al fin y al cabo.

sábado, 10 de octubre de 2015

sesiones con mi psiquiatra




A los 10 minutos de sesión con mi psiquiatra que es una de las cosas que hago en mi vida, porque no estoy para retorceme con el yoga, decido que era momento de contar mi problema. Llegue por una cosa y ahora estaba mucho más preocupada por otra. Me preocupaba haber perdido meses de terapia con una idea equivocada: desde el primer día sostuve que había llegado al consultorio sólo porque la realidad me quería volver loca. 

Hoy, sin embargo, una nueva teoría me angustia mucho más: lo que quería la realidad no era volverme loca sino estúpida.Y no solo a mí, a la sociedad en general. Hay un complot mundial, encabezado por los grandes líderes de opinión, secundados por artistas, deportistas, personajes de la jet set y comunicadores sociales complices de ellos, que quieren borrar todo rastro de lucidez de la faz de la Tierra. 

Ahora entendía cuál era la estrategia para lograr su maquiavélico plan. Hablar. Hablar más que escuchar. La idea de líderes, banqueros, opinadores, tertulianos, tuiteros, diseñadores de todo, cocineros que cuentan el plato, entrenadores personales, era la de  aturdir las mentes sanas con una catarata de frases tontas hasta que las aceptemos como normales, incluso como inteligentes. 

En ese momento habrán triunfado y el raciocinio será sólo un recuerdo de una cualidad perdida en la evolución de la especie.

Por ahora van ganando por goleada.

jueves, 8 de octubre de 2015

con el tiempo todo pasa...



Una de mis canciones favoritas de toda mi vida, desde su autor Leo ferré a todas las mujeres que la han cantado.
Porque vivimos con el tiempo, todo pasa...

Dos versiones:

lunes, 5 de octubre de 2015

poemas peligrosos con j. a. valente






"No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza".

Juan Antonio Valente

(foto peter beard)

jueves, 1 de octubre de 2015

la imperfección es bella



Hemos llegado al siglo XXI y nuestras máximas preocupaciones son aventuras con seguridad, peligros con control, disfrute sin gozo.

Sexo sin otro, leche sin lactosa, alimentos sin calorías ni colesterol, footing mécanico con control mecánico de pulsaciones y jadeos sin tomar el aire, conversaciones por skipe o washap, torsos y pubis sin vello…

Todo ello parece formar parte de una ilusión o ensoñación colectiva para crear islas. No solo de control y seguridad perfectas. Estamos en medio del caos de un mundo sin más brújula que un mercado capitalista enloquecido, que se debate entre sus propias sacudidas y las que provoca el permanente choque de identidades sin ética.

El exceso de seguridades, dietas, amores que van y vienen, fronteras que revientan y seres que están en medio de ninguna parte, hacen del un mundo repleto de neurosis y depresiones.

Quizás tendremos que darnos la vuelta para que la sangre llegue a nuestro cerebros.