martes, 27 de diciembre de 2011

el arte como religión



El arte forma parte de mi vida y en algunas épocas es mi religión, pero aborrezco lo que se llaman "sus alrededores". Más que los artistas me interesan las obras, y el arte contemporáneo tan criticado, es la ficción que desde mi punto de vista cala más hondo en el espíritu mediocre de nuestro tiempo.
El arte de ahora son objetos generalmente consideradas feos, objetos pos-modernos de un mundo enfermo y para unos tiempos desquiciados.
Y si me gusta, es porque lo miro mucho y ya se sabe que lo que se observa, se termina aceptando y conociendo. Las obras más insólitas me resultan naturalistas y encuentro en ellas un autismo que denuncia la helada soledad de nuestros tiempos.
No quiero ponerme "trascendente" pero quiero dejar constancia que el arte ha sido en mi vida fuente de conocimiento, de ironía, de inquietud, de gozo y de mucho disfrute.
En un mundo en el que lo "serio" es considerado por algunos lo político y lo social, yo me divierto de otra forma. Hay quienes se toman en serio a unos seres rídiculos y serios que salen haciendo declaraciones con rictus de estreñimiento, pero el arte y sus juegos me sitúan en lo real.
A algunos artistas les llaman payasos y mira por donde, los payasos siempre han sido los profesionales que más respeto. Y digo payasos en el estricto sentido de la profesión. Me da mucho miedo caer en lo "profundo" y largaros una epístola artística.

martes, 20 de diciembre de 2011

decirse cosas


Hubo tiempos en los que se escribían cartas. Incluso se enviaban. Y eran cartas en las que nos contabamos cosas, nos poniamos en "escena". Llegaron el fax, el mail y los buzones se abarrotaban con cartas comerciales, anuncios y mucha cutrería de folletos que iban directamente a la basura.
Pero llegaron los blogs, que es de nuevo "la correspondencia". Y se materializó en su forma textual: intercambio de ideas entre personas, que ya no eran sólo dos, sino múltiples.
Los blogs tienen características de cada bloguero, pueden tener diferentes intensidades que puede variar según las circunstacias de cada uno.

Reconozco que soy una intensa con múltiples brotes de levedad. Mi ser se define como el título kunderiano "la insoportable levedad del ser". Procuro que mis posts no se conviertan en algo obstruso y dejo que aflore mi personalidad contradictoria, refle-irreflesiva y dejo algunas pistas de cosas que conozco, encuentro y comparto.
Todo me interesa, y entiendo los blogs como una reacción de la vida. El resultado es emocionante. Por aquí pasan muchos y algunos anidan: hacen hogar. Para una persona solitaria como yo, cualquier palabra lanzada en mi buzón es una cosa inolvidable. A veces incluso no sabemos quién la envía, pero Derrida nos enseña que todo texto es, en cierto sentido, una carta.
Y así compartimos a través de impresiones rápidas -en mi caso, incluso demasiado- palabras, imágenes y mini-pensamientos, destinadas a relatar aquello que somos o quizás lo que querriamos ser.

viernes, 16 de diciembre de 2011

nada es lo que fue



La fotografía siempre miente, porque al congelar el instante fugaz, ofrece una especie de falsa temporalidad, "es y no es". No miente sobre el presente, pero sí sobre el pasado siendo incapaz de predecir ningún futuro. La fotografía nos dice "esto ha sido" y por eso se convierte en un recuerdo irrevocable. Y ya sabemos que los recuerdos casi nunca son exactos a lo que sucedió.
Yo los recuerdos los cambio en la medida que necesito contarme cuentos. Nunca son exactos, pero son míos, e incluso diría que mejores de lo que fueron.

viernes, 2 de diciembre de 2011

interiores biográficos


Hemos convertido el estar en intimidad, en un fin. La casa que hemos hecho es reflejo de nuestras psiques y, por extensión, escaparate de nuestros gustos. Nuestras casas y nuestras cosas son autobiográficas. En casa, nos hemos convencido que somos más nosotros. Y no tenemos necesidad alguna de aparentar.
Hacemos arquitectura de nuestro interior sin recurrir a planos. Sin diseños previos, tal y como vamos siendo.