sábado, 10 de octubre de 2015

sesiones con mi psiquiatra




A los 10 minutos de sesión con mi psiquiatra que es una de las cosas que hago en mi vida, porque no estoy para retorceme con el yoga, decido que era momento de contar mi problema. Llegue por una cosa y ahora estaba mucho más preocupada por otra. Me preocupaba haber perdido meses de terapia con una idea equivocada: desde el primer día sostuve que había llegado al consultorio sólo porque la realidad me quería volver loca. 

Hoy, sin embargo, una nueva teoría me angustia mucho más: lo que quería la realidad no era volverme loca sino estúpida.Y no solo a mí, a la sociedad en general. Hay un complot mundial, encabezado por los grandes líderes de opinión, secundados por artistas, deportistas, personajes de la jet set y comunicadores sociales complices de ellos, que quieren borrar todo rastro de lucidez de la faz de la Tierra. 

Ahora entendía cuál era la estrategia para lograr su maquiavélico plan. Hablar. Hablar más que escuchar. La idea de líderes, banqueros, opinadores, tertulianos, tuiteros, diseñadores de todo, cocineros que cuentan el plato, entrenadores personales, era la de  aturdir las mentes sanas con una catarata de frases tontas hasta que las aceptemos como normales, incluso como inteligentes. 

En ese momento habrán triunfado y el raciocinio será sólo un recuerdo de una cualidad perdida en la evolución de la especie.

Por ahora van ganando por goleada.

2 comentarios:

Genín dijo...

Si, hay que estar muy alerta y pienso que cuanto mas lejos de los siquiatras mejor... :)
Besos y salud

marcela dijo...

Genin, a mi me gustan no voy mucho porque hay que pagarles, pero oirte es una forma perfecta de saber lo idiota que eres. Un beso.