lunes, 12 de enero de 2009

mi nueva casa

Pedí a un arquitecto japonés en paro, que me diseñase mi nueva casa, y se lo dije bien claro: "quiero una casa que recoja con un simple golpe de vista, mi personalidad".
Me hablo del elogio de la sombra, me hablo de lo zen, me habló de todas esas cosas que parecen ser estrictamente niponas. Así, que le dí libertad total, y añadí-"cómo soy muy mala con las obras, quiero ser respetuosa con tu profesión y no voy a coartar tu libertad creativa".
Pasaron dos años, y cuando fui a verla, me encontré exactamente con ésta casa, que me retrataba tan exactamente como una fotografía de Walker Evans.
Vamos que era, mi autentico retrato interior.

4 comentarios:

ROSA ALIAGA dijo...

jaja que genial eres!!!!
un saludo con las piernas bien levantadas hacia arriba!!

Pilar Mandl dijo...

ja, ja, ja... Si ya se ve que tienes la cabeza bien puesta, y unos buenos cimientos, ¿de pequeña eras de las que empezaba la casa por el tejado?

marcela dijo...

yo siempre empiezo la casa por el tejado, porque me gusta tener la cabeza en las nubes...

Anónimo dijo...

Cuando le das a alguien tu confianza puede que cumpla tus expectativas...

Me encanta tu imperfecta pero maravillosa casa!