lunes, 28 de junio de 2010

mi nomadismo interior

En ocasiones me extraño de lo exóticos que pueden parecerme mis alrededores. Decir asombro, en lugar de decir costumbre. Y andar sin rumbo, simplemente dejándome llevar por mis pensamientos.
Viajo continuamente dónde quiero y cuando quiero, aún cuando me muevo muy poco. Soy una nómada interior.
Lo mío es moverse, no ser movido.
La aventura podrá ser loca pero el aventurero ha de estar muy cuerdo, decía Oteiza.

miércoles, 23 de junio de 2010

la pasión

Esa... esa es la teoría del caos.
Sin más.
Volverse del réves.
Perder el equilibrio.
Y no estar loco...
sólo enajenado.

(Pasión, obra de Marlene Dumas)

lunes, 21 de junio de 2010

porno publicidad

No es lo que parece. La entrada lleva ese título porque los de marketing aseguran que el sexo es lo que más atrae. Lógico si estamos hablando de deseo. Ahora bien, la publicidad ya se sabe que es levantar falso testimonio y mentir.
Y así, una multinacional española ha llegado a tal grado de cínismo de anunciarse con: "Seamos realistas, pidamos lo imposible" . El capitalismo hablando como un estudiante de Mayo del 68, es una sexperiencia.
Van asegurando cosas tales como "queremos ser tú banco", ¿ quién les ha dicho que yo quiero que lo sean?. Pero el más simple es el de un reloj Cartier que se presenta así " la pasión a tu alcance". ¿Servirá para mirar los minutos de placer' " De ahí, lo de porno publicidad. La verdad, es que conmigo tienen asegurado el "gatillazo".
(Obra conceptual de una feminista y gran artista:Bárbara Krüger) (Con permiso....)

sábado, 19 de junio de 2010

y ahora, Carlos Monsiváis

Monsiváis ha sido el escritor más prolífico e influyente del México actual. En su campo de acción –imposible de categorizar– ha escrito ensayos, crónicas y fábulas. Hoy éste Junio cruel se lleva a otro de los nuestros. Carlos Monsivaís, quizás uno de los más grandes escritores mexicanos murió ayer.
Monsiváis decía cosas para grabar en las paredes de las ciudades. Hablaba de los boleros, de los culebrones, de la política con una destreza del que tiene las neuronas muy engrasadas de tanto darles vueltas.

Sergio Pitol afirmaba que hablaba de que era el "cronista de todas nuestras desventuras y prodigios, más de las primeras", y es el "documentador de la fecundísima fauna de nuestra imbecilidad nacional".

En una conferencia celebrada en Barcelona se refirió a la actualidad política y bajo la mirada de Monsiváis, la sociedad y la política latinoamericanas reaparecen presididas por la telenovela "se comportan como personajes de telenovela, que es el género que actualmente modela los comportamientos de nuestros políticos, junto con la mercadotecnia". Ese afán de identificación icónica impregna las actuaciones de los violentos sicarios que emulan a los personajes de un thriller, mientras que los narcos cantan sus corridos y evocan los westerns de John Wayne. Ambos roles delictivos son contemplados por el escritor como "un pacto fáustico de vivir la vida con intensidad".

Se declaraba interesado en todo y escribió sobre el bolero y los culebrones afirmando de los que apostillaba "si por "culebrones" se entienden las telenovelas o simplemente "novelas", como las de México, Argentina, Puerto Rico, Miami, etcétera, ahí la desdicha es completa. Se ha perdido el énfasis del melodrama, y esa manía de revisar los diccionarios que volvía tan divertidos los momentos de clímax. Todo ahora es burocracia del sentimiento, la clonación de la primera frase inocua de las conversaciones en camas gemelas. En algo o bastante difieren los culebrones de Brasil y Colombia, y eso explica el éxito interminable de Betty la Fea, pero sigo confiando en que los culebrones no sean el fin del mundo acústico conocido.

Mi admiración por su obra y su persona. Éste pequeño comentario sirve más de recordatorio que de homenje.

jueves, 17 de junio de 2010

llamadme retrógada

Las pasiones, los deseos, los saltos de pareja y el desgaste que ello implica, tienen muchos adeptos. Todos en principio, son partidarios de la libertad sexual del otro; mientras no les suceda a ellos.

Nada tiene importancia si no está el amor por medio, uno comparte hasta que cae perdidamente-suena cursi, lo sé-, enamorado. Entonces existe la pertenencia. Si no nos gusta dejar la casa, la paella, el coche ni las cosas más íntimas, ¿por qué razón podemos compartir la persona amada?

Sé que casi nadie está de acuerdo, y que suena antiguo, pero yo creo en los amores "vintage".
Hablan y se explican "que si la libertad del otro", "que si no es importante" y aclaran que "el sexo no es el amor". De acuerdo, cuando existe el amor, no queremos compartirlo con otros.
Si has pasado mucho tiempo en retaguardia, llega un día en que eres vanguardia. Simplemente porque los de las primera línea caen. Los bordes se convierten en abismos.

Y me parece que lo explica bien una imagen sacada de las películas de Tom y Jerry: "El gato corre, se acaba la tierra y sigue corriendo en el aire. Hasta que mira abajo y ve que lo hace en el vacío. Y se cae precisamente por mirar".

martes, 15 de junio de 2010

no mueras por amor

te quiero
te hiero

Existen palabras, y además existen letras que son más que muchas palabras. Un cambio en una, produce un temblor y desencadena el miedo. Dice Punset, que la felicidad consiste en vivir sin miedo.
Cambia de canción si te cambian la letra.
(Campaña que brindo gratis -por la crisis- a Bibiana, cuyo Ministerio cumple dos años)


(fotografía de Walker Evans)

sábado, 12 de junio de 2010

fotografía consciente


Sandra Eleta es una de las grandes fotógrafas documentales. Sus retratados se comunican a través de su interrelación con las cosas, con los paisajes, creando una simbología muy fuerte, densa, pero al mismo tiempo sencilla.

Sus personajes-personas, así como sus escenarios, nos hablan desde ese lenguaje universal que es el de los sentimientos. Sugiere con discreción en vez de imponer. Ahí radica la naturaleza de su arte; en encontrar la esencia de las cosas. Es fotografía de siempre, discreta, sabia, lenta en contraste con el rumor ensordecedor de nuestra vida cotidiana, que nos impide llegar a la esencia de las cosas, a la verdad de nuestros sentimientos.

Son fotos, por otro lado, repletas de melancolía que pertenecen a un estrato que no es ni el real ni el imaginario, sino algo que está en medio y de ahí la melancolía. No es un estado de desencanto o de tristeza lo que late en la superficie de lo retratado, sino que está cerca de la sabiduría: es un estado de hiperconsciencia.

¿Y si la vida sólo fuera lo que está delante y la vemos a través de ojos que nos la muestran? ¿Acaso tenemos claro cuál es el argumento de la vida?

(fotografía Sandra Eleta)