Sandra Eleta es una de las grandes fotógrafas documentales. Sus retratados se comunican a través de su interrelación con las cosas, con los paisajes, creando una simbología muy fuerte, densa, pero al mismo tiempo sencilla.
Sus personajes-personas, así como sus escenarios, nos hablan desde ese lenguaje universal que es el de los sentimientos. Sugiere con discreción en vez de imponer. Ahí radica la naturaleza de su arte; en encontrar la esencia de las cosas. Es fotografía de siempre, discreta, sabia, lenta en contraste con el rumor ensordecedor de nuestra vida cotidiana, que nos impide llegar a la esencia de las cosas, a la verdad de nuestros sentimientos.
Son fotos, por otro lado, repletas de melancolía que pertenecen a un estrato que no es ni el real ni el imaginario, sino algo que está en medio y de ahí la melancolía. No es un estado de desencanto o de tristeza lo que late en la superficie de lo retratado, sino que está cerca de la sabiduría: es un estado de hiperconsciencia.
¿Y si la vida sólo fuera lo que está delante y la vemos a través de ojos que nos la muestran? ¿Acaso tenemos claro cuál es el argumento de la vida?
(fotografía Sandra Eleta)
4 comentarios:
Hiperconsciencia...Mmmm....me gusta.
La fotógrafa también.
:)
Blue, qué buena cabeza tienes, eres hiperconsciente y quizás un poco "tola".
Voy a dedicarte más fotos en the best of lola, para que la conozcas mejor.
Un abrazo, sigueme informando de las casas abandonadas.
Ja, ja, ja...toliña de todo.
Casas abandonadas hay muchas, y aldeas enteras, pero hay que verlas in situ. El entorno también cuenta.
El entorno es el retorno...
Un beso, me he acordado de esa palabra que oí en alguna ocasión a mi abuela cuando era muy pequeña.
Tola, me gusta.
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