Construcción de una maquina del amor.
Para construir esta maquina se necesitan una serie de ingredientes para ponerla en funcionamiento: lo primero es una poción de amores que son una serie de neurotransmisores capaces de revolucionar nuestra vida, según el profesor de Psiquiatría de la Universidad de Harvard Richard Schwartz. Esos Aumentan los niveles de cortisol —conocida como la hormona del estrés—, que a su vez hará que se desaten nuestros nervios y que aparezcan las clásicas mariposas en el estómago. También los de dopamina —la hormona de la felicidad—, que estimula los centros de placer en el cerebro y, finalmente, los de serotonina —la del amor—, que pone la guinda al pastel: y que añade una pizca de obsesión.
Ahí ya funciona como una máquina tragaperras, engancha y pierdes.
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