A una no le queda más remedio que ser irónica. Poque de otra forma es imposible sobrevivir a la tristeza que nos rodea, a lo que día a día se vuelve más perverso.
Si a eso se añade los avatares propios ocurre que a fuerza de amar, soñar y ser abandonados, el insomnio se convierte en una burla del destino para que recordemos también cuando los demás duermen lo que se dice a pierna suelta.
Hay personas que piensan algo de día porque duermen bien de noche. Y sus acciones están ocupadas en el devenir diario. En ocasiones hay que dormir por el día de los pensamientos y por la noche hacer poesía de los desvelos.
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