(...) Me estaba regalando la imaginación, la pasión, la aventura, los pensamientos de otros, sus sueños, sus desgracias, sus anhelos. Ahora son míos.
Y ni siquiera eran suyos, quizás por eso los regalaba. yo simplemente pasaba por alli, y cada dua a lo largo de los años recogía los regalos.
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