adelante,
con corazones prestados
que te abrían su fluir, desgastando su sangre
acelerando,
como una aeronave sobre
un campo de nubes
plenas tormentas que iluminaban templos griegos
parecía belleza
y
solo era un trasplante
para ese corazón deshabitado
gélido, preparado en hielo
para la próxima.
todo vale muy barato
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