En 2003, el marido de Katharine M, el escritor de suspense Gavin Lyall, murió a los 70 años. Llevaban 45 años casados. El matrimonio es el agua en la que nadas, escribió mientras miraba hacia "las marismas grises del futuro". La manera de vivir de Katharine era con las palabras; era una juguetona de letras. Cuando alguién le envió sus condolencias, su respuesta incluía una frase de Siegfried Sassoon: "Soy rica en todo lo que he perdido".
En ocasiones funciona al revés, se es muy pobre por todo lo que no has tenido, y sin embargo se te ocurre malgastar lo que te queda. Deprisa, deprisa. Cada día hay que hacerlo valer por tres. A cierta edad ser guardian de cosas o personas es un contrasentido.
No cuidarse en los deseos es diferente que darse caprichos. Muy diferente. Los caprichos pueden duran toda la vida, los deseos momentos.
1 comentario:
Yo soy de la opinión que cada quién haga lo que le de la gana, mientras pueda, claro :)
Besos y salud
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