Andrés Calamaro empieza así su canción Paloma: “Mi vida, fuimos a volar con un solo paracaídas”. Es un gran verso.
Si el amor existe y dura tres años, probablemente sea porque ese es el tiempo que tarda una pareja en descubrir que ha subido tanto que ya solo puede salvarse uno. Ninguna persona enamorada en pleno ascenso se preocupa de la bajada: no lo hacen los drogadictos ni los pasajeros de un avión, más pendientes de no estrellarse en el viaje de ida que en lo que ocurrirá en el de vuelta.
Creo que en ocasiones se estrelln los dos, incluso el que creía salvarse saltando en pleno vuelo.
jueves, 25 de enero de 2018
viernes, 19 de enero de 2018
están ahí y no las oyes
Llevo dentro de mí mucha poesía; es, cómo decirlo, las otras vidas de mi vida. No es gran poesía es simplemente la tristeza del vivir y la alegría de seguir haciéndolo.
Lo que realmente dirige tu vida es el accidente. Algo que te pasa y te muerde el cuello y te despierta la conciencia. Algo lleno de verdad, crueldad y pasión. Algo que en el fondo siempre esperas, y cuando llega, o te mata o te devuelve a la vida real.
Y la llevo dentro y en ocasiones la expongo aquí, porque hay palabras que no pueden decirse si alguien no necesita oirlas.
Foto Dillon Marsh.
martes, 16 de enero de 2018
sábado, 13 de enero de 2018
Tengo micro-ambiciones
Todos hablamos de cuales han sido nuestros sueños. Bien, si tienes algo que siempre quisiste hacer, en lo que siempre has soñado, como de corazón, ¡ve a por ello!
Después de todo, es algo que hacer con tu tiempo, perseguir un sueño. Y si es uno suficientemente grande, te llevará la mayor parte de tu vida alcanzarlo, así que para cuando lo consigas y estés observando el abismo de la falta de sentido de tu logro estarás casi muerto, así que no importará. Yo nunca tuve realmente uno de esos grandes sueños.
Abogo por la dedicación apasionada a la consecución de metas de corto plazo. Sé micro-ambicioso. Deberías tener cuidado con los sueños a largo plazo. Si enfocas muy lejos hacia adelante, no verás esa cosa brillante por el rabillo del ojo.
miércoles, 3 de enero de 2018
ordenes mudas.
Y yo cogí lápiz y papel
Pensando que querías dictarme algo.
“Escribe”, repetiste.
Y te quedaste callada como un icono.
Y yo he empezado a escribir
Tu silencio
Tu silencio del que fluye todo,
Tal como fluye la sangre de la herida».
-Ana Blandiana, de “Mi patria A4”
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