Podría comenzar este texto con alguna cita célebre y profunda sobre el amor. O recuperando una exitosa letra de canción que hable de lo difícil del querer.
Pero no lo voy a hacer, porque si hay algo personal en la vida es la forma de vivir, y de sufrir, eso es el amor. Esa molestia a la altura del estómago, a la que los tiernos insisten en llamar mariposas, esos momentos de incertidumbre en los que pierdes el tiempo pensando que estaba cediendote el corazón.
Al igual que hay frases hechas, canciones, poemas y demás creaciones artísticas sobre el amor, los guionistas de cine y televisión han sabido explotar la variedad de situaciones que se producen cuando dos personas se atraen mutua e irremediablemente.
En la televisión, hay opciones de que surja el amor en la producción más inesperada. La tensión sexual se puede palpar en comisarias de policía, hospitales, estaciones de bomberos y cualquier serie al uso. En realidad la industria sabe que venden más las historias difíciles que los happy end. Entre otras cosas porque los end nunca son happy.
Yo he vivido viendo historias y hubo un momento en que me creía que había algunas que posiblemente terminasen bien. Tengo que decir que me gustaban mucho más los amores desgraciados. Eso si, en la pantalla.
(Foto Andrea Labene)
Yo he vivido viendo historias y hubo un momento en que me creía que había algunas que posiblemente terminasen bien. Tengo que decir que me gustaban mucho más los amores desgraciados. Eso si, en la pantalla.
(Foto Andrea Labene)