Porque tenían clara
conciencia las palabras, de ser el puente imprescindible entre el pensamiento
y su consecuencia, porque interpretaban todos los sentires, desde el más noble
al más abyecto, y perder en este acto su pureza, su elemental fundamento comunicativo,
su compromiso con la realidad…
Eran plenamente
conscientes de ser el único invento de los hombres que podía sacarlos de la
soledad congénita, eterna, irremediable del triste ser humano...
... el principio de su
pérdida de identidad no está muy claro, pero ellas lo sintieron cuando dejaron
de reconocerse en el ejercicio de cada discurso, de cada frase enunciada. Se
estaban muriendo porque sus creadores las mataban.
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...
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Por todo esto, un día se rebelaron.
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... las palabras fueron
más contundentes con quienes se atrevían a mancillarlas de viva voz, se
detuvieron en el pecho, atoraron las gargantas de los grandes mentirosos,
asfixiándolos. Como locas, recorrieron los cerebros hasta licuar las neuronas
de sus violadores y el mundo se vio libre de políticos corruptos, falsos
chamanes, redentores irredentos, gurús de la bolsa, críticos de música sordos,
literatos analfabetos, filósofos de pacotilla…(y amantes que no amaban) (Lola Suárez)
(fotografía Chema Madoz)
3 comentarios:
Como me gustaría que se hiciera real la rebelión de las palabras en cuanto los políticos se ponen a contar mentiras, falsas promesas en un mitin, demasiado bonito para ser cierto... :(
Besos y salud
Genin, las tima que no sea posible. Debería ocurrir que cuando alguien mienta y haga daño se quedará mudo pra siempre.
Besos y salud.
Sería bonito que ocurriera eso que dice al final y que se licuaran ciertos cerebros.
Vivan las palabras sanadoras. Para lo otro es mejor el silencio.
Besos.
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