viernes, 2 de diciembre de 2011
interiores biográficos
Hemos convertido el estar en intimidad, en un fin. La casa que hemos hecho es reflejo de nuestras psiques y, por extensión, escaparate de nuestros gustos. Nuestras casas y nuestras cosas son autobiográficas. En casa, nos hemos convencido que somos más nosotros. Y no tenemos necesidad alguna de aparentar.
Hacemos arquitectura de nuestro interior sin recurrir a planos. Sin diseños previos, tal y como vamos siendo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Ahora mismo... me encantaría estar en un huevito de esos... aunque no fuera mi casa.
Creo que es verdad o que dices... el segundo año de vivir en piso, estudiando, aguanté sólo un trimestre... en tres meses no me sentí jamás en mi casa, ni siquiera en la habitación que tenía asignada y en la que pasaba todas las horas que no iba a clase... me conseguí un estudio para mí y para Ulmo... no necesitaba más.
Achuchones... ya queda menos, chuli, recuperarás tu espacio en ná.
Nuestra casa, nuestro reflejo.
En poquito tiempo estarás de nuevo contigo, en tu casa, en tu espacio.
Muchos besos Marcela
Nos quitamos el yo social, la careta, el personaje...
Si, tienes razón, por eso nunca tengo problemas en mostrar el interior y exterior de la mía...
Besos y salud
Que nido tan cálido...Ya queda poco Marcela. Un beso
Aaaah, bien cierto, por eso no entiendo cuando alguien compra una casa y la decora de un plumazo...muebles, objetos, etc...¿alguna vez la hará suya?
Eso huevecitos están al calor y se les nota a gusto.
Volverás al nido.
Besos.
Publicar un comentario