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"La arquitectura experimental tiene que poder fallar, es decir, debe formular hipótesis que puedan cunplirse o no. Ya dijo Francis Bacon que “la verdad emerge más prestamente del error que de la confusión”
La arriesgada Casa de la cascada de Wright, la mutante Villa Savoye de Le Corbusier o la contranatural Casa Fansworth de Mies van der Rohe son paradigmas de la investigación arquitectónica en buena parte por su fracaso como respuesta a las peticiones y requerimientos de sus propietarios y por su anticipación considerada "errónea" al anticipar un futuro de nuevas sensibilidades.
Por no hablar de la casa en Burdeos de Rem Koolhaas: pregunten, pregunten a Guadalupe, que tiene que limpiar una casa que es un mecano que se pliega, sube y baja sin pedir permiso. Veánla en you tube.
Así, los errores son casi necesarios para avanzar en arquitectura como en otras artes.
Lo que no es admisible en arquitectura es la mala cabeza. Como en todo.
Y sueñen despertando en una casa flotante. Y para soñar éstas dos casas, una sobre pilotes o palafitos y la otra sin utilidad habitacional.
Cuando abrió los ojos, los reflejos del sol en su retina, bailaba la luz. Se despertaba con esa danza. El día parecía otro, siempre nuevo.